El nervio vago no es tan vago

nervio vago

Algunos de mis lectores me han dicho sí podia escribir un articulo explicativo pero sencillo sobre el Nervio Vago y la teoría Polivagal del Dr. Stephen Porges. Estas explicaciones nos llevaran a entender cómo el trauma, el dolor crónico e incluso muchos los de los síntomas que padecemos crónicos se mantienen y perpetuándosela en el cuerpo sino los abordamos de manera diferente.

Pues allá voy, no te asustes solo hay un poco de neuroanatomia pero este va a ser un articulo un poco más largo de lo habitual.


Nervus Vagus

Existe un nervio, el más largo que tenemos, que recorre gran parte de nuestro cuerpo y que los científicos aseguran que está fuertemente conectado a nuestras emociones y es el Nervio Vago. La palabra vago viene del latin :  nervus vagus.

«Su raíz significa deambular, y realmente describe la forma en que deambula por el cuerpo, así como un vagabundo pero no como un holgazán.

El nervio vago conecta el tronco cerebral con casi todos los órganos del cuerpo, con el corazón, pulmones, estómago, intestinos, páncreas, hígado, riñones, bazo y vesícula. Se mueve a través de casi todos los órganos esenciales. El funcionamiento de este nervio afecta de modo determinante a la salud.

El N.Vago es el X par craneal y el componente principal del Sistema Nervioso Autónomo Parasimpático, que controla las funciones y actos involuntarios de nuestro cuerpo.

El Sistema Nervioso Autónomo está divido en Simpático y Parasimpático. Es un nervio mixto, es decir, que es sensorial en 80% y motor en un 20%. Esta proporción nos indica que su función dominante es recoger información sensorial del entorno ambiental y de las vísceras.

Este punto es algo muy importante a tener en cuenta ya que el hecho de que el 80% esté dedicado a recoger información muestra hasta qué punto desarrollar la capacidad interoceptiva va a ser una vía de entrada para diversas prácticas y terapias como el trabajo de inteligencia corporal, la anatomia experiencial, el método Rolfing® incluso el Yoga, entre otras practicas que buscan influir en el funcionamiento autónomo buscando su regulación.

La teoría polivagal

grafico teoria polivagal

La teoría polivagal describe un Sistema Nervioso Autónomo que está influenciado por el Sistema Nervioso Central y que es reactivo a las señales tanto del entorno como de los órganos del cuerpo.

La información que nuestros cuerpos procesan a través de estas señales nos dice en quién podemos confiar y en quién no. Interpretamos quién o qué puede ser un peligro para nosotros, adoptando una posición u otra como respuesta.

Este escaneo involuntario en busca de las señales de algún peligro potencial ocurre desde que nacemos y tiene una importancia extrema en nuestra supervivencia. Nuestros cuerpos están diseñados desde que venimos a este mundo para observar, procesar y responder.

La teoría polivagal indica que nuestro sistema nervioso posee más de una estrategia de defensa frente a una situación de emergencia, destacando que, para algunas personas los eventos traumáticos resultan como una situación sin mayor significación, en cambio para otros las experiencias amenazan su vida.

La novedad de la Teoría Polivagal es que puede verse cómo en el Sistema Nervioso Parasimpático están involucradas dos ramas diferentes, ambas dando soporte a la supervivencia pero con funciones diferentes y correspondiendo su aparición a momentos diferentes de la Evolución de las Especies.

Hay una rama del vago llamada dorsal que va desde el tronco del encéfalo baja al estómago e intestinos y al resto de las estructuras sub diafragmáticas aunque también tiene conexión con el corazón, pulmones y bronquios y otra rama que se llama ventral que también va al corazón y sube hacia la cara donde se conecta con el resto de pares craneales. Tiene un papel fundamental en la influencia de los nervios craneales que regulan el compromiso social a través de la expresión facial y la vocalización.

Las 3 vías de respuesta del Sistema Nervioso Autónomo

El Sistema Nervioso Autónomo responde a las sensaciones del cuerpo y a las señales del entorno a través de tres vías. Pero el antiguo modelo de estrés o relajación se basaba en el reconocimiento de solo dos circuitos.

Nuestro cuerpo está diseñado para vivir y sobrevivir sin necesidad del pensamiento consciente.Imagínate sí a cada momento tuviéramos que ordenarles a nuestros pulmones que respiraran o a nuestro corazón que bombeara sangre. La evolución de la especie humana está íntimamente ligada a nuestra capacidad de pensar de forma consciente. Y si esto fue posible en cierto momento , en parte, a que los sistemas necesarios para sobrevivir se regularon de forma automática.

Las respuestas autónomas sólo pueden tener lugar usando cualquiera de las tres plataformas neuronales previstas por la Evolución de las Especies y que tenemos en común con el resto de los mamíferos pero el uso de las tres plataformas responde a unos principios organizadores de su funcionamiento.

Inmovilización: 

Hace 600 millones de años los reptiles utilizaban un mecanismo defensivo que era la Inmovilización.

Movilización:

Hace 400 millones de años lo mamíferos inferiores desarrollaron un mecanismo defensivo que era de Movilización.

Conexión Social:

Hace 200 millones de años los mamíferos superiores desarrollaron un mecanismo de Conexión Social mediante el desarrollo de otra rama diferente del nervio vago, que interactuando con los pares craneales que controlan la musculatura de la cara y la cabeza, corazón y pulmones, permite un sistema de relación social basado en el uso de esa musculatura. Básicamente es un sistema de comunicación emocional.

La importancia que tiene esto es que en la interacción con todas las personas pero en especial con nuestros pacientes, si no están experimentando la seguridad vago ventral, no pueden darse las condiciones necesarias para un vínculo terapéutico transformador o de confianza.

Los bebés responden a los sentimientos de peligro, de seguridad o de cercanía con sus padres y cuidadores. Ocurre desde el instante mismo en que nacemos y pasamos el resto de nuestra vida escaneando inconscientemente estas señales de peligro o de seguridad.

Por ejemplo en un niño si no hay calma a su alrededor o en él mismo no puede movilizar su energía para jugar y en consecuencia no pueden establecerse conexiones neuronales nuevas que le permitan desarrollarse ni pueden desarrollarse esquemas cognitivos nuevos que permitan su desarrollo emocional, cognitivo e intelectual que necesitan para su desarrollo.

La Jerarquía vagal

Lo que la T.P. muestra es que esas respuestas funcionan en un orden específico y responden a los desafíos de manera predecible. La teoría polivagal considera la interacción entre el sistema nervioso simpático y parasimpático no es solo una cuestión de equilibrio. Porges considera que existe una jerarquía de respuestas integrada en nuestro sistema nervioso autónomo que se da en tres pasos.

La Jerarquía vagal muestra el modo en el que entran en acción las diferentes estructuras autónomas yendo de las más recientes a las más antiguas, es decir, que el sistema de reacción parasimpática vago ventral es por defecto el sistema predeterminado, dejando paso al sistema simpático y después al sistema vago dorsal que aparece como mecanismo de emergencia cuando la activación simpática fracasa.

Es decir, que el Sistema Nervioso impulsa a la Conexión Social (que es una estrategia ventral), después busca en el escape o la huida la respuesta y si esa hiperactivación movilizadora fracasa en resolver el peligro, entonces el Sistema Nervioso echa mano al último mecanismo biológico de supervivencia que es la reacción vagal dorsal, que se manifiesta en forma de colapso, congelamiento y disociación.

  • Inmovilización. La vía más básica. La respuesta de inmovilización ante señales de peligro involucra al nervio vago, cuya parte dorsal responde a las señales de peligro extremo y provoca que nos quedemos totalmente inmóviles. Es casi como si nuestro sistema nervios parasimpático se activará a toda velocidad y la respuesta corporal nos congelara. De estro se ocupa el N.Vago Dorsal : Inmovilización por miedo o sin miedo.La inmovilización con miedo es para muchos terapeutas la esencia del trauma.
  • Movilización. Se produce desde el sistema nervioso simpático, que es el que nos ayuda a movilizarnos en situaciones de peligro y de esta manera combatir la amenaza.El Sistema Nervioso Simpático es responsable de las respuestas defensivas de movilización, dependen de los Nervios Espinales pero también del sistema Hipotalámico-Hipofisiario-Adrenal. Nos permiten luchar o huir.
  • Compromiso social. Esta sería la última adquisición que el ser humano a desarrollado en la jerarquía de respuestas. Responde al lado ventral del nervio bajo que es la parte de este nervio que responde a los sentimientos de seguridad y conexión. El compromiso social es un proceso que nos permite sentirnos anclados en sentimientos de compromiso, seguridad y tranquilidad.

De esto se ocupa el N.Vago Ventral: Sistema de Conexión Social .Dado que el vago ventral se comunica con los Pares Craneales, cualquier estrategia de estimulación vago ventral actuará frenando la activación simpática y la activación vago dorsal mediante la frenada del marcapasos del corazón.

Debido a la participación de las dos ramas del vago, este nervio forma parte del Sistema de Inmovilización y del Sistema de Conexión Social.

La Neurocepción

Es importante señalar que este proceso tiene lugar sin que participe nuestra conciencia, sucede con anterioridad a la percepción consciente. Primero se valora el riesgo o amenaza de la situación , y en el caso que se evalúe como segura, se desactivan los mecanismos defensivos (mediados por nuestro sistema nervioso simpático) para poder implicarse así en comportamientos sociales.

Pero también depende de la Neurocepción del peligro ya sea que el sistema detecte seguridad, peligro o peligro extremo. Porges describe que la neurocepción es el proceso por el cual nuestros circuitos neuronales, diferencian si una situación o persona es peligrosa o amenazante para nosotros o si por el contrario, podemos sentirnos seguros con ella sin necesidad de poner en marcha estrategias defensivas. Cuando el nervio vago no se activa podemos percibir como amenazantes situaciones que en otros momentos no lo fueron.

¿Y cuál es nuestra amenaza real hoy en día?

El problema es que hoy en día, cuando nuestros instintos de supervivencia se activan, a menudo no podemos completar el proceso, porque huir o luchar no es una opción. Así que la adrenalina permanece en el cuerpo durante horas, días e incluso semanas, impidiendo que volvamos a tener un funcionamiento corporal normal 100% saludable. Esto, combinado, con la falta de muchas horas de trabajo físico diario duro, con el recreo frente a la televisión no ayuda, nos va atrapando poco a poco en cuerpos que nos dan todo tipo de síntomas.

La naturaleza de los factores de estrés también ha cambiado. En lugar del tigre, son cosas como el terrible divorcio, la pésima tarea en el trabajo, o los adolescentes enfadados, los que son el curso raíz para que nuestro cuerpo entre en sus instintos de supervivencia.  En combinación con el hecho de que la mayoría de las personas permanecen sentadas durante demasiado tiempo diariamente, el estrés puede ahora cargar nuestro cuerpo con cócteles químicos permanentes de adrenalina y cortisol. Entonces surgen los «síntomas» y se convierten en una nueva normalidad. Cada persona tiene su propio cóctel de síntomas.

Cuando un suceso desencadena una respuesta en el sistema nervioso que es de bloqueo de las respuestas defensivas lo que queda retenido en el sistema nervioso es una energía a la que no puede darse salida porque no tienen lugar los actos con los que pueda haber cumplimiento biológico de la respuesta defensiva después de que haya comenzado. Esto es lo que se mantiene en el tiempo y da lugar al trauma.

En las personas que han experimentado un trauma, en especial aquellos en los que la inmovilización fue parte importante del mismo, se puede dar una distorsión severa en la capacidad de escanear el entorno en busca de señales de peligro.

Una de las funciones de este sistema es que la persona no vuelva a situarse en una posición vulnerable por lo que el cuerpo hará lo que sea necesario para evitarlo. Esto puede aumentar mucho la sensibilidad, interpretando como falsos positivos señales que son neutras.

El funcionamiento del nervio vago afecta de modo determinante a nuestra salud.

Recordar que el trabajo de Inteligencia Corporal invita a una regulación del sistema nervioso donde podemos sentirnos mas equilibrados en todos los aspectos de nuestra vida.

El estrés y la ansiedad son enemigos del nervio vago, si queremos estimularlo puedes practicar:

  • Relajación a través de ejercicios de respiración consciente, meditación, yoga, Tai-Chi, etc.
  • Reír: la risa es relajante, estimula el diafragma e interviene en el control de la frecuencia respiratoria,
  • y más cosas que vamos practicando en las clases de inteligencia corporal.

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En nuestro próximo directo de Instagram hablaremos de la regulación del sistema nervioso a través del TAI CHI, te dejo toda la información a continuación. Si tienes alguna inquietud con respecto a este artículo, con gusto te responderé en el directo.

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