Hay algo instintivo que nos dice que nuestra postura no es la correcta. ¿Cómo es esto? ¿hay alguna postura correcta?
Aún estoy reflexionando y observando nuestros cuerpos comparándolos con las personas africanas que me he cruzado por los caminos, interactuado o simplemente hipnotizada por sus movimientos mirándolos con la boca abierta.
La postura es nuestro potencial de acción, hay una postura estática, muy importante lo se, pero la estática no es en si el quid de la cuestión, lo que es importante es la capacidad de enderezamiento y de adaptarnos al siguiente gesto, la siguiente postura al siguiente, porque eso es la vida: movimiento.
Creemos que nuestro cuerpo es un objeto material y por eso sentimos que la postura es algo estática, sin movernos cuando nos congelamos, sentimos que es” lo correcto”, pero nosotros somos un proceso dinámico.
Un proceso es:
Conjunto de fases sucesivas de un fenómeno o hecho complejo. Proviene del latín processus, que significa avance, marcha, progreso, desarrollo.
Nuestra capacidad de enderezamiento en bipedestación, es algo innato en nuestra especie, pero ay amigo hay que entrenarlo, sino lo perdemos, y eso es lo que esta ocurriendo en nuestro llamado primer mundo.
El enderezamiento por sostén implica una expansión, no una compresión
Para mantenernos estables precisamos de una percepción exacta de cómo es el entorno en el que no encontramos y como nos encontramos con relación a él (entradas sensoriales de información), de una estructura que puede procesar interpretar e integrar esa información en tiempo real y de un sistema mecánico que nos permita levantar nuestro edificio desde los pies, mantenerlo en la vertical y mantener una relación mecánicamente eficaz entre las diferentes partes de cuerpo (salida efectora).
La postura ideal es una activación y desactivación coordinada y sistemática de acciones musculares con un mínimo de consumo energético para conservar esa postura en ese momento, pero no hay una postura ideal estándar para todo el mundo por igual.
Para resumir: la postura es un proceso dinámico que depende de como estemos y cuando falla es porque el sistema sensorial ha procesado la información errónea y la respuesta que damos muscular es defectuosa, esa es la sensación que percibimos, que nos tenemos que enderezar. Sentimos que nos falla el equilibrio, la coordinación.
Antes de que te muevas ya ha fallado.
Cuando este equilibrio se pierde, comienzan las contracciones musculares originadas por impulsos eléctricos provenientes del Sistema Nervioso Central, en respuesta a la sensación de desequilibrio. Esta última información la brindan los ligamentos y las fascias a través de impulsos sensitivos. Es aquí donde se produce el verdadero tono neurológico, que no está formado sólo por impulsos de corrección postural sino también por estímulos provenientes de distintos sectores del cerebro que imprimen a estos sentimientos (lóbulo límbico), estado de vigilia-sueño (sustancia reticular) y estímulos excesivos provenientes del tálamo (luz, sonido, etc.) y conjuntamente proporcionan la tensión o tono neurológico. Esta es la sensación que tenemos de estar tensos, de que no te puedes relajar.
La forma y la necesidad de moverse en los africanos les hace que estén en continuo enderezamiento, el cuerpo esta preparado para estar erguido, cuando podemos mantenernos erguidos sin esfuerzo, aparece una presencia inmensa, estas preparado para recibir y sentir al otro, no tienes que estar luchando para enderezarte.
«¡Qué fracaso como especie!» nos dice nuestro sistema nervioso.
Estamos mas pendientes del Postureo que de la propia postura ( pero esto ya será otro articulo)
A su vez la tensión mantenida nuestro sistema nervioso lo procesa como miedo, como lucha, como haz algo.
Si sentimos peligro, incomodidad con nuestro entorno nuestro sistema nervioso crea una señal de alerta que hará que cambie inmediatamente nuestro tono muscular.
Cuando nuestro sistema nervioso esta tranquilo, no siente ninguna emergencia, y aparece una descompresión inmediata de la columna y una regulación del tono muscular.
Podemos decir que en la postura de una persona está escrita su historia, su carácter, su temperamento, su estado de ánimo actual y a través de esto se podrá hacer una lectura del individuo, por lo que es correcto decir que el cuerpo y su postura tienen su propio lenguaje simbólico.
La postura afecta a la respiración y viceversa. La capacidad de respirar en todas las direcciones, esa plasticidad nos hará que la postura pueda adaptarse a cualquier situación. Cuando nuestra respiración es fluida aparece la PRESENCIA.
Presencia no es solo la apariencia, la elegancia o la belleza es la capacidad de estar con y para el otro en lo físico, emocional y en lo mental. En nuestra sociedad estamos de cuerpo presente pero nuestros pensamientos están en otro lugar. ¿te suena?
Te invito a que el próximo encuentro que tengas con una persona, hoy mismo, desarrolles tu Presencia en todos los aspectos, siente tu respiración, escucha, no quieras intervenir sin mas, no discutas , espera, siente su presencia, contagia con tu presencia.