Cada vez que vengo a Estados Unidos siempre recuerdo la primera vez que vine, fue en el año 1984. Un año entero estuve aqui, estudiando en un instituto y conviviendo con una familia. Hasta entonces creía que no tenía prejuicios, raciales, o de nacionalidades, ni de muchas otras cosas pero fui descubriendo que sí que los tenía.
¿ Y esto ? Pues descubrí que al salir de mi zona de confort aparecen juicios, pensamientos y críticas, estamos empapados de creencias que en verdad nos sirven para poco, soy de las que piensa que las creencia no nos hacen mejores, en nuestras acciones, ahí es donde nos damos a conocer.
Paseando por Nueva York ves de inmediato las diferencias tanto en El, La y lo diferente y por que digo esto, pues porque cada día tendemos a elegir, posicionarnos e incluso despreciar a alguien porque no tiene nuestras creencias, nuestra marca de ropa, nuestra religion, nuestra dieta, nuestro fitness, el gusto por los animales, por el futbol y un gran suma y sigue, pero lo que mas me llama la atención es que sigamos cuestionándonos como ama y a quien ama el diferente.
Desde hace tiempo vengo observando que cuando la gente se burla y desprecia, o no quieren hablar del diferente como que no existen, tienden a tensarse, se cierran y su respiración se corta, su creencia se mantiene principalmente porque su cuerpo responde de esta manera, por lo que me pregunté, quizás si pudieran soltarse, abrirse y poder respirar con fluidez podrían tener otras opciones de respuesta.
Así que me encantaría poder hacer un estudio en el que pudiera ver la respuesta que hace la gente en el cuerpo ante el diferente, a veces solo con pensarlo le ocurre, han automatizado las respuestas del cuerpo ante un pensamiento pero de esa misma forma si podemos cambiar las respuestas corporales el pensamiento y la creencia podrá cambiar.¿ Que haces tu en tu cuerpo? y ¿ si pudieras entrenarte para partir con una actitud mas abierta, relajada y compasiva? Pues eso es posible, y es posible para todos.
Te propongo que practiques a diario esta secuencia varias veces al día, solo te llevara un minuto.
De pie
Siente tu respiración
Relaja la lengua
Suelta la tripa
No bloquees las rodillas,
Siente bien apoyados pues pies
Piensa en una cosa que te motive, algo que te guste ,una palabra, un color , lo que quieras.
En la zona del pecho siente como si saliera una sonrisa interna, haz que salga también por detrás en la espalda.
Repite la secuencia
Te vas a dar cuenta que no reaccionas de una manera tan hostil.
Desde este lugar nuestro sistema nervioso tiende a estar mas equilibrado y no es causalidad que vemos al diferente con una mirada más compasiva y no como una amenaza.
¿ Cómo serían nuestras relaciones si partieramos desde este estado corporal ?
Por cierto sin El, La y lo diferente , sea lo que sea, el ser humano no hubiese avanzado mucho.¿ no crees?
Viva la diferencia
Un abrazo
Bibiana Badenes