¿Qué es la postura?

¿Qué es la postura?

¿Ponerse recto ante un espejo o cuadrarse ante la sociedad para…?

Si dejamos de lado las imágenes e intentamos volver a la experiencia, la postura se vuelve mucho más interesante.

Para un profano en la materia, pensamos en la postura como la forma en que nos mantenemos. Nos encorvamos, tratamos de estar bien, etc. Y es cierto que la postura tiene una importante dimensión expresiva. Pero la Dra. Rolf nos señaló que lo que llamamos postura es también la forma en que nos enfrentamos a la gravedad en cada momento.

Mucho tiene que ver con la forma en que inconscientemente evitamos caernos, literalmente. Cada uno de nosotros tiene que encontrar la manera de mantenerse en equilibrio en la gravedad mientras también camina, habla, vive. En este sentido, la postura es un reflejo de nuestras estrategias favoritas o más familiares para llevar a cabo esta importante tarea. Por estrategias me refiero a la forma en que mantenemos las tensiones en ciertos músculos. No caerse es también una especie de metáfora de lo que nos permite sentirnos seguros, de nuestra estrategia de autoprotección. Cada uno de nosotros tiene sus formas más familiares de hacerlo.

 

Por lo tanto, ¿nuestra tensión habitual es nuestra forma de sentirnos seguros ante la Gravedad?

 

Sí, encontramos seguridad en la forma familiar de hacer las cosas, aunque a menudo haya consecuencias no deseadas. Esto es lo que suele traer a los pacientes a mi consulta: el hábito empieza a ser incómodo, con tensión o dolor en los hombros, cuellos, rodillas, , compensaciones, etc.

También llamamos a estas tensiones habituales «pre-movimiento» en el sentido de que son la forma en que nos preparamos para un movimiento. En otras palabras, se producen antes de realizar el movimiento. Hubert Godard tiene una bonita manera de expresarlo: existe el prémovement du matin, en el sentido de que es el conjunto de tensiones que te usas nada más levantarte por la mañana, las tensiones que llamas «yo mismo». Esas tensiones te acompañan durante todo el día. En este sentido, la postura es una «actitud», un estado de ánimo, una sensación, lo que normalmente consideramos un estado mental. Pero también es un estado del cuerpo en la gravedad. También hay un movimiento previo que llamaríamos «dinámico», que es la estrategia que utilizas antes de ponerte en movimiento, empezar a caminar, etc., la forma de mantener el equilibrio en la gravedad. He tenido la suerte de estudiar con Hubert Godard durante años, él fue uno de los terapeutas que me hizo entender la verdadera conexión cuerpo mente, y el significado que damos a nuestras propias actitudes corporales.

 

¿Cómo cambiará mi postura si presto atención a mis sensaciones?

 

Normalmente pensamos que una buena postura es algo que HACEMOS: llevar los hombros hacia atrás o sacar el pecho. Esto es lo que nos han enseñado: intentar tener una buena postura significa hacer un esfuerzo. Aunque sea bien intencionado, tratar de mantener una idea de buena postura a través del esfuerzo muscular sólo conduce a una mayor contracción; significa interponerse en el camino del movimiento fácil en lugar de apoyarlo. Así que tenemos que encontrar una manera diferente. La postura realmente buena llega a través de un camino diferente. Ocurre cuando sintonizamos con nuestra percepción y sensación: cómo siento el suelo en este momento, sintiendo dónde estamos poniendo el peso a través de nuestros pies (más adelante, más atrás, más en un pie o en el otro, más en el borde interior o en el borde exterior del pie – ¡hay tantas cosas que suceden momento a momento con este contacto tan importante!) A medida que sentimos lo que está sucediendo en ese momento, las sensaciones también cambian. Ese cambio de sensaciones es la consecuencia de liberar ciertos músculos, pero de forma indirecta. Nos centramos en prestar atención a nuestros lugares de contacto con el suelo, mientras el cerebro, muy inteligente, se encarga de la parte de «hacer». Y poco a poco empiezas a enderezarte por sostén y no por tensiones innecesarias. Hay tanto que hablar de la postura que muchas veces lleva a confusión, yo de entrada te digo que te salgas de cualquier practica que te digan: mete tripa, hombros atrás, saca pecho, uff ….

Un resumen aquí, ¡¡¡¡y si quieras más sobre la postura estate atento!!!!en cursos, redes y en la academia de inteligencia corporal

 

La confusión sobre la definición de «postura» puede deberse a la amplitud y la multidimensionalidad del concepto. En términos generales, la postura se refiere a la posición del cuerpo en el espacio en relación con la fuerza de gravedad y con respecto a los segmentos corporales adyacentes y al entorno.

 

Sin embargo, esta definición puede variar según el contexto en el que se utilice.

Por ejemplo:

1. Postura física:

Se refiere a la alineación y distribución del peso corporal para mantener el equilibrio y prevenir lesiones musculoesqueléticas. En este sentido, una buena postura física implica mantener la columna vertebral en una posición neutral, alinear adecuadamente las articulaciones y distribuir el peso de manera uniforme.

 

2. Postura emocional o mental:

También se puede hacer referencia a la postura en un sentido más abstracto, como la actitud o la disposición emocional de una persona. Por ejemplo, una «postura defensiva» puede indicar una actitud cerrada o protectora, mientras que una «postura abierta» puede sugerir receptividad y confianza.

 

3. Postura social:

Este término puede usarse para describir la manera en que una persona se presenta o se comporta en una situación social. Por ejemplo, mantener una postura erguida y hacer contacto visual puede transmitir confianza y autoridad en un entorno profesional.

 

La comprensión de la postura depende del contexto en el que se utilice y de los aspectos específicos que se estén considerando, ya sea físicos, emocionales o sociales.

E integrarlos todos es uno de nuestros objetivos del trabajo de INTELIGENCIA CORPORAL.